Este sitio web tiene ciertas restriucciones de navegación. Le recomendamos utilizar buscadores como: Edge, Chrome, Safari o Firefox.

FREE DELIVERY FROM 100 EUR

Użyj kodu NEWSLETTER10 by otrzymać 10% rabatu na pierwszy zakup.

Koszyk 0

¡Felicidades! Su pedido está calificado para el envío libre Pozostało€200,00 EUR do darmowej dostawy
Lo siento, parece que no tenemos suficiente de este producto.

Productos
Par con
¿Es esto un regalo?
Costo sin impuestos Gratis

Antes de los impuestos y gastos de envío.

KARAMBA HEMPQUALIZER COMPETE CALMA

KARAMBA HEMPQUALIZER COMPETE USPOKOJENIE NA ZAWODACH

Karamba – energía, fuerza y... ¿rodeo? Cómo logramos controlar las emociones de un volcán deportivo con Hempqualizer Compete

Karamba es un caballo castrado de 5 años cuya energía podría alimentar a varios caballos. Un volcán de potencia con un gran potencial deportivo, trabajar con él es un auténtico placer... siempre que las emociones no lo desborden. Le encanta galopar y saltar, pero a veces, después del obstáculo, su emoción se convierte en un verdadero espectáculo de rodeo. Estos recorridos terminan con una aterrizaje inesperado del jinete... en el suelo.

Buscando una forma de ayudar a Karamba a gestionar mejor sus emociones y concentrarse plenamente en el jinete, el equipo de @zh_eventing decidió probar Hempqualizer Compete. Los resultados superaron todas las expectativas. El caballo conservó su energía y ganas de trabajar, pero finalmente pudo canalizarlo de forma controlada, sin excesos innecesarios.

Karamba es un caballo castrado de cinco años, un volcán de energía con gran fuerza y potencial deportivo. Galopar y saltar son su pasión. Sin embargo, en los entrenamientos o competiciones, las emociones a veces se apoderan de él... y comienza el rodeo. Después de un salto, Karamba puede dar unos brincos tan fuertes que el recorrido termina en el suelo.

Antes de la prueba decidimos administrar 2 ml de la pasta Compete, media hora antes del recorrido. ¿El resultado? Espectacular. Karamba mantuvo su energía y ganas de trabajar, pero esta vez se centró completamente en el jinete. El recorrido fue fluido, sin sobresaltos – ¡y por fin pudimos disfrutar al máximo de sus capacidades!