Algunos caballos — pese a recibir entrenamiento adecuado, cuidado y una dieta bien estructurada — siguen lidiando con tensión, nervios y problemas de comportamiento. Así fue el caso de Raptor, un castrado PKS de 10 años que representaba un reto emocional y deportivo para su cuidadora. Reaccionaba con agresividad, se negaba a colaborar en la pista, y hasta el simple contacto en la zona del abdomen provocaba tensión y nerviosismo.
Una de las causas de su reactividad e imprevisibilidad fueron las úlceras gástricas — un problema que no solo impacta la salud física del caballo, sino también su bienestar mental y motivación para trabajar.
La introducción de Hempqualizer+ en su rutina diaria cambió su comportamiento y también la relación con su cuidadora. En este caso verás cómo el apoyo natural puede calmar las emociones sin “apagar” al caballo, mejorar su confort físico y permitirle volver a entrenar de forma calmada y eficaz.
Raptor, 10 años, castrado, PKS
Problema: úlceras y nervios
Antes de Hempqualizer+: muy nervioso y miedoso, mostraba agresión hacia las personas. Las competiciones y saltos le generaban mucho estrés. En la pista se paraba y se negaba a avanzar. Muy tenso al ensillar o tocarle el vientre, fuerte tensión muscular al aplicar las piernas.
Medidas previas: dieta equilibrada, magnesio, máscara calmante, mucha trabajo de suelo, refuerzo positivo.
Con Hempqualizer+: se muestra calmado, menos reactivo, menor sensibilidad abdominal, mejor respuesta a las ayudas. Salta mucho mejor y sin negativas. Es más manejable, tranquilo y mucho menos agresivo. Ahora puede entrenar sin máscara calmante y recibir cuidados de cuidado corporal o fisioterapia — antes imposible por sus reacciones agresivas.